lunes, 20 de abril de 2015

Resumen de " La acción "

8. La Acción
1. La estructura de la acción
a) Persona y acción
En el hombre existen muchos dinamismos- reacciones instintivas, pulsiones vegetativas, tendencias- pero ninguno de ellos concuerda con lo que propiamente denominamos acción. La acción no se refiere a ningún dinamismo parcial, sino a la actividad de toda persona en cuanto a tal, al desplegarse dinámico y unitario del hombre. “YO ACTUO”, en esta frase queda radicada la esencia de la acción humana tal como queremos considerarla aquí. Yo, como persona, despliego mis potencialidades y entro en contacto con el mundo y con mi mismo a través del misterio de la acción humana.
“YO ACTUO” significa que yo, sujeto, pongo libremente una acción en el mundo. Sin mi, esa acción no existiría mientras que, por el contrario, mi determinación voluntaria supone una modificación del ser del mundo que sigue a su “puesta en la existencia”, como diría Maritain.
¿Por qué actuamos? ¿Por qué nos sumergimos en un dinamismo a veces incluso desenfrenado y voraz? Primeramente lo hacemos por necesidad. No podemos no actuar porque la estructura de nuestro ser es dinámica. Somos movimiento y estamos obligados a actuar hasta el punto de que, como sabemos las omisiones son también un modo especifico de actuar que cosiste en la decisión de no hacer nada. Pero la actividad humana no es, evidentemente, un mecanismo necio fin para si mismo, sino el que nos permite lograr nuestra plenitud, nuestra autorrealización, lo que intuimos en nuestro interior que debemos ser pero todavía no hemos conseguido.
Puedo actuar para alcanzar aquello que no soy y que creo que debo ser, para probarme a mi mismo, para crear o para destruir, para poseer o para regalar, para transformar el mundo o la sociedad o para realizar este tipo particular de actividad que consiste en el reposo y en la quietud. En cualquier caso busco cierta plenitud, un objetivo un anhelo, algo que antes no poseía y que considero que me conviene desde algún punto de vista.
b) La dimensión objetiva y subjetiva de la acción
La estructura de la acción humana es altamente compleja hasta el punto de que existe toda una rama de filosofía, la teoría de la acción, que se dedica a estudiarla. La dimensión OBJETIVA, surge al contemplar la trascendencia de la persona sobre su acción y se corresponde, fundamentalmente, con la dimensión intencional de la libertad. “YO ACTUO” significa que yo causo la acción, que la produzco o la genero; y esto implica, a su vez, que es distinta de mi. Por ejemplo, esta actuando pero su acción se distingue de él. En el momento en el que construye transforma el mundo que le rodea pero puede dejar de hacerlo; entonces el sigue siendo el mismo y la acción queda objetivada en la tarea que ha realizado. La dimensión subjetiva el “YO ACTUO” al igual que veíamos en el “YO QUIERO” de la voluntad supone un sujeto que ejerce la acción pero que al mismo tiempo es modificado por ella porque la acción al fin y al cabo nunca se separa de la persona. No existe el “CONSTRUIR” sino “ALGUIEN QUE CONSTRUYE” ni el “CORRER” sino “ALGUIEN QUE CORRE” y que al construir o correr se cansa, se fatiga, se fortalece o se perfecciona. Esto quiere decir desde otra perspectiva   que la acción como fácilmente puede intuirse nunca sale completamente del interior de la persona porque es la misma persona modificándose, activándose y desarrollándose. Y significa también que la acción modifica el mundo, pero modifica sobre todo a la persona que revierte sobre su interior cambiándola en uno u otro sentido. Esta cualidad de la acción por la que revierte sobre la persona que la realiza se denomina dimensión subjetiva y se corresponde con la dimensión auto determinativa de la voluntad.   
Por ultimo hay que añadir que la acción completa y real no es ni subjetiva ni objetiva, ni transitiva ni intransitiva sino que posee simultáneamente las dos cualidades al igual que sucedía con la libertad. El “YO ACTUO” implica un sujeto que realiza una acción que cambia al mundo pero que también cambia al propio sujeto.
c) Unidad, complejidad e integración
Junto al carácter subjetivo y objetivo es posible indicar además otras características de la acción. Por un lado es unitaria , es decir, se corresponde con la globalidad de la persona y es una acción , la voluntad o los sentidos, sino el hombre o la mujer como seres unitarios e individuales. La integración implica fundamentalmente la necesidad de que el sujeto incluya de manera correcta en su acto de autodeterminación los diversos aspectos de la estructura de la persona: cuerpo, psique y voluntad. Y esa tarea tiene a su vez dos dimensiones: una psicológica y otra moral.
La integración psicológica implica el logro de una coordinación interna que permita al sujeto hacer lo que realmente desea y del modo que lo desea. Una integración psicológica adecuada y suficiente es el resultado del aprendizaje de toda una vida, es totalmente necesaria para una vida normal y su carencia puede dar lugar a patologías de diversos grados.
También es necesaria una integración moral para que la persona se estructure internamente de modo que le resulte fácil realizar buenas acciones. Esta coordinación y armonización no siempre es sencilla porque las diferentes capacidades humanas, al tener un cierto grado e autonomía pueden oponerse entre si o intentar bloquear las decisiones del yo. Toda la integración psicológica como la moral son tarea de toda la vida y nunca están definitivamente conseguidas porque siempre aparecen nuevos comportamientos que debemos aprender y controlar dificultades que antes no existían, etc.
2. Los ámbitos del obrar
a) La tripartición clásica y sus límites
Podemos preguntarnos ahora si es posible clasificar u ordenar de alguna manera los ámbitos de acción. Si así fuera estaríamos ante un instrumento utilísimo para comprender al hombre ya que nos diría muchísimo sobre lo que es y sobre lo que aspira. La tradición clásica lo hizo y dividióla acción humana en tres grandes tipos: hacer, obrar y contemplar.
Veamos el contenido y las características de cada uno de ellos.
1)      EL HACER O PRODUCIR. Lo constituyen las acciones en las que el sujeto realiza algo como fabricar objetos, instrumentos, utensilios, etc.
2)      EL OBRAR MORAL. Lo constituyen las acciones en las que el sujeto se implica personalmente en la acción y corresponde por tanto, a las acciones virtuosas o viciosas es decir a las acciones de tipo ético.
3)      LA CONTEMPLACION. Por ultimo es la actividad propia del intelecto y es la acción mas bella y mas perfecta porque no busca nada fuera de si. Mientras que las demás acciones se realizan por algo distinto de ellas, la contemplación no busca fuera de si misma: contemplo para contemplar.
En realidad no existen acciones solamente transitivas ni solamente intransitivas sino que, en toda acción hay una dimensión transitiva u objeta y otra intransitiva o subjetiva. Toda acción es realizada por un sujeto que modifica su intimidad al realizarla y que de igual modo busca un objetivo mediante su realización.
No tiene sentido distinguir acciones meramente técnicas o productivas y otras morales, ante todo porque no existen y a posteriori porque esta distinción acaba planteando gravísimos problemas cuando se intenta reunificar la técnica con la moral. Sucede aquí algo parecido a lo que hemos comentado anteriormente sobre los ámbitos de acción. Cabe distinguir por supuesto, entre los aspectos técnicos y morales de una acción pero solo desde un punto de vista formal no como acciones distintas.
La distinción entre hacer y obrar por ejemplo tiene su origen en la estructura social griega que encomendaba las tareas pesadas y materiales a los esclavos mientras que reservaba la actividad política y de ocio para los hombres libres. A esto se añade además si intelectualismo. Como para Aristóteles la facultad mas perfecta es la inteligencia, el acto mas perfecto, que corresponde al ejercicio de la facultad mas perfecta, es precisamente la especulación o contemplación.
b) las mil caras de la acción humana
Los problemas que acabamos de indicar imponen inevitablemente un abandono de la tripartición clásica y nos obliga a preguntarnos si es posible establecer hoy en día una clasificación del obrar humano distinta y mejor.
Eso no significa que se debe renunciar al estudio de la acción, al contrario se debe aumentar el esfuerzo por comprender la actividad del hombre pero respetando la identidad diversa y diferenciada de cada uno de sus actos. Como nos recuerda este precioso texto de la Biblia:
“ Todo tiene su momento
Y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo:
Tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y
tiempo de arrancar lo plantado,
tiempo de matar y tiempo de curar,
tiempo de derruir y tiempo de construir,
tiempo de llorar y tiempo de reír,
tiempo de llevar luto y tiempo de bailar,
tiempo de tirar piedras y tiempo de recoger piedras,
tiempo de abrazar y tiempo de dejarse de abrazos,
tiempo de buscar y tiempo de perderse,
tiempo de guardar y tiempo de desechar,
tiempo de rasgar y tiempo de coser,
tiempo de callar y tiempo de hablar,
tiempo de amar y tiempo de odiar,
tiempo de guerra y tiempo de paz”

Cada una de estas acciones merece un estudio distinto y diverso porque cada una influye de modo distinto en el hombre y en todo el mundo. No es lo mismo guerrear que hacer política, nacer o morir, amar u odiar. Cada uno de estos actos exige un tratamiento específico que capte la esencia que lo constituye y que de razón del peso que tiene en la vida y en la historia de los hombres. Cualquier otro planteamiento nos parece que supone una reducción injustificada del multiforme y esplendido mundo de la acción humana. 

domingo, 12 de abril de 2015

OBRAR:
El obrar es cuando se realiza algo pensando en las personas beneficiadas el beneficio cuando este terminado. Por ejemplo, al construir Ciudad Mujer, ya se había pensado en el beneficio que tendría para muchas mujeres.




CONTEMPLAR:
La contemplación se refiere a admirar la obra finalizada, a ver detalladamente cada cosa empleada que se complementa con las demás. Un claro ejemplo puede ser cuando nos sentamos y podemos apreciar la obra de la creación de Dios al ver un paisaje o un atardecer.


jueves, 9 de abril de 2015

HACER ALGO:

Es cuando el sujeto o la persona hace o crea algo sin pensar o saber a quien puede o va a beneficiar . en pocas palabra la persona realiza algo.
EJEMPLO:
En una maquila donde hacen ropa sin saber quien va a poder comprarla o en una fabrica de autos las persona los fabrican sin saber quienes los van a poder comprar.


como vemos en el video como se hace para fabricar un coche a pesar de la maquinaria vemos que es necesaria la ayuda humana y no sabemos en que manos ira a parar el auto.



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